El Día Mundial de la Libertad de Prensa se celebra el 3 de mayo.
El Carmelita Titus Brandsma será canonizado como santo de la iglesia universal once días después, el 15 de mayo. En este artículo vinculamos estas dos significativas fechas, reconociendo a Titus Brandsma en su rol de periodista.
La historia de su extraordinaria vida como filósofo, teólogo, mentor espiritual, místico, pastor, ser humano extraordinario… se puede encontrar en www.carmelite.com.au
En 1939, el Ejército Nazi de Adolfo Hitler ocupó lo que entonces era Checoslovaquia. Fue el comienzo de la invasión alemana de Austria, Polonia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, los Países Bajos, Francia, las islas británicas del Canal de la Mancha, la Unión Soviética e Italia. El 10 de mayo de 1940, sucedió la infame Batalla de Rotterdam, una campaña militar que vio la rendición de las principales fuerzas holandesas cuatro días después y que aseguró a los Países Bajos como un país ocupado por el Tercer Reich. Los periodistas en los Países Bajos fueron advertidos de no dar voz a la resistencia, entre ellos estaba el Carmelita Titus Brandsma.
Titus vio el ominoso avance del nazismo con su particular uso de un lenguaje contundente e inequívoco, y advirtió a los holandeses sobre la tiranía de Hitler: «el movimiento nazi es una mentira oscurecedora». Inmediatamente llamó la atención del Partido Nacional Socialista Holandés y, por lo tanto, se convirtió en un hombre estigmatizado. Mientras los tanques alemanes con sus estandartes de guerra rojos y esvásticas se abrían paso a través de la frontera holandesa, cualquier oposición a los ocupantes se consideraba una traición; la religión fue atacada y los judíos fueron victimizados. Se prohibió a los sacerdotes y religiosos ocupar los cargos de directores de escuelas secundarias; sus salarios se redujeron en un 40 por ciento y todas las escuelas católicas se vieron obligadas a expulsar a los estudiantes judíos. Titus defendió la libertad de prensa y de la prensa católica en particular. Por esto fue condenado a muerte.
Setenta y siete años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, cada cinco días, en promedio, un periodista es asesinado por ejercer su labor de brindar información al público.
Muchas veces, estos ataques son perpetrados por grupos del crimen organizado, milicias, personal de «seguridad» e incluso por la policía local. En estas agresiones a la libertad de prensa se incluyen asesinatos, secuestros, hostigamiento, intimidación, arresto ilegal y detención arbitraria. Cincuenta y cinco periodistas fueron asesinados en 2021 y doscientos noventa y tres están en prisión (UNESCO).
El director ejecutivo del Comité para la Protección de los Periodistas, Joel Simon, dijo en un comunicado que “estas cifras reflejan dos desafíos urgentes: los gobiernos están decididos a controlar y administrar la información, y son cada vez más descarados en sus esfuerzos por hacerlo.”
Los nazis en los Países Bajos introdujeron una política de «convergencia forzada» que eliminó sistemáticamente a las organizaciones no nazis. Esto fue una conmoción para los holandeses, quienes tradicionalmente habían tenido instituciones con planteamientos políticos y religiosos plurales. La prensa católica se opuso al proceso y en 1941 los obispos holandeses instaron a todos los católicos a abandonar cualquier organización que hubiera sido nazificada.
El nuevo régimen informó a los periódicos católicos que tenían que aceptar comunicados de prensa y anuncios solo provenientes de fuentes oficiales nazis. Las autoridades eclesiásticas designaron a Titus para transmitir a todos los editores católicos de los Países Bajos que debían desobedecer este mandato. La jerarquía de la iglesia le advirtió a Titus que se le estaba pidiendo que asumiera una misión muy peligrosa y le dio la opción de negarse. Él aceptó la misión libre y voluntariamente. Desde ese momento, mientras viajaba a lo largo y ancho de los Países Bajos para hablar con los editores, la Gestapo seguía sus pasos.
La ocupación alemana de los Países Bajos, que duró desde 1940 hasta la rendición alemana en mayo de 1945, hizo que la mayoría de los judíos del país fueran enviados a campos de concentración nazis. Al final de la guerra en 1945, solo sobrevivieron alrededor de 38 mil de los 140 mil judíos que vivían en los Países Bajos. Muchos fueron enviados a Dachau, el lugar de ejecución de Titus Brandsma.
Las atrocidades cometidas durante este tiempo fueron siniestras, quizás el ejemplo más impactante fue el desalojo forzoso de pacientes psiquiátricos, en ese episodio, cientos de judíos discapacitados y con enfermedades mentales fueron enviados a Auschwitz-Birkenau.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP), que representa a 600 mil profesionales de los medios en más de 140 países, es voz de los periodistas dentro de las Naciones Unidas, promoviendo acciones internacionales para defender la libertad de prensa y la justicia social; entre otras iniciativas, la FIP condena el uso de los medios de comunicación para la propaganda o para promover la intolerancia y el conflicto, al mismo tiempo que cree en la libertad de expresión política y cultural. Actualmente, la FIP está trabajando con periodistas en Ucrania, en particular con un equipo de noticias de Sky UK, así como con un periodista suizo que recientemente fue atacado y gravemente herido por las fuerzas rusas.
El periodista australiano Peter Greste, destacado por sus 13 meses de encarcelamiento en una cárcel de El Cairo por su supuesta crítica al régimen egipcio, pronunció la Cátedra Gandhi de la Universidad de Nueva Gales del Sur de 2016. En su intervención, le recordó a la audiencia que Gandhi era periodista además de abogado, político y líder espiritual. Mahatma Gandhi lanzó y editó un periódico en Sudáfrica y luego en la India, donde en cada uno de sus escritos, a pesar del peligro que implicaban para sí mismo, se establecía un compromiso inquebrantable con la verdad. La filosofía de Gandhi, dijo Greste, se puede resumir en una idea: la paz, la dignidad y la seguridad solo pueden garantizarse cuando respetamos los derechos humanos de todos. Gandhi y Titus Brandsma tenían mucho en común.
Titus fue arrestado el 19 de enero de 1942 y llevado a una prisión en Scheveningen, cerca de La Haya. Fue denunciado como enemigo de la misión alemana con la afirmación de que su hostilidad está probada por sus escritos contra la política alemana hacia los judíos. Era bien sabido por las autoridades alemanas que desde 1935 estaba de acuerdo con muchos intelectuales holandeses en su condena pública de la persecución nazi de los judíos. El 12 de marzo, Titus fue transportado al asentamiento penal de Amersfoort. Un compañero de prisión en Amersfoort recuerda la preocupación y el cuidado de Titus por los judíos. A fines de abril, Titus fue trasladado al campo de concentración de Dachau, donde el domingo 26 de julio de 1942 le inyectaron una droga mortal. Murió a los diez minutos.
En celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa y la canonización del sacerdote carmelita, Titus Brandsma, se nos recuerda que existen principios fundamentales del periodismo que Titus y los periodistas del siglo XXI consideran sagrados. Estos son veracidad, exactitud, objetividad, imparcialidad, equidad; buscar la verdad y actuar con integridad. Aplicar estos principios en la vida real es difícil, pero ejemplos como Titus Brandsma y otras heroicas figuras periodísticas demuestran que la transparencia pública es el instrumento precursor de la justicia y la base de la democracia. Titus murió por la verdad; Titus murió por su fe; Titus murió para que otros pudieran vivir.
Peter Thomas
Peter Thomas ha trabajado en radio y televisión como productor, escritor, director y presentador de actualidad y noticias, entretenimiento y religión. Fue co-fundador de Albert Street Productions, una productora de documentales independiente que produjo largometrajes tanto para Australia como para la televisión internacional, incluidas ABC, SBS, todas las cadenas comerciales y Discovery Channel. Ha enseñado Estudios de Iglesia y Medios en Yarra Theological Union y Periodismo para Radio en RMIT University, Melbourne. Peter es un locutor apasionado, mantiene un programa de radio semanal. De 1984 a 2012 fue Miembro de la Junta Directiva Internacional y Vicepresidente de Unda La Asociación Católica Mundial para la Radio y la Televisión, y posteriormente Vicepresidente de SIGNIS. Está casado con Marcella, tiene cuatro hijos, nueve nietos y un interés especial en las prácticas de meditación y atención plena.
Referencias:
UNESCO.org
‘No Strangers to Violence, No Strangers to Love’ by Boniface Hanley ofm, Ave Maria Press.
www.holland.com
UNSW 2016
International Federation of Journalists